viernes, 15 de febrero de 2013

importancia del calzado para correr

Para evitar lesiones y para sentirse cómodo al correr, es indispensable contar con el calzado adecuado. Sin dudas el elemento clave que usa un corredor son las zapatillas. Por cada kilómetro recorrido, un corredor da entre 650 y 800 saltos, esto nos da una idea de la importancia que tienen las zapatillas. La mala o buena elección de las zapatillas, repercutirá en la mala o buena respuesta que el corredor tenga de la experiencia de correr. Para hacer una correcta elección, debemos dejar a un lado los aspectos estéticos, y centrarnos en los aspectos técnicos que a cada uno le benefician.

Antes de ingresar en el tema de la selección, es necesario conocer cómo se clasifican.

 1º Zapatillas con buena amortiguación: Ideales para corredores que por su peso necesitan gran capacidad de absorber el impacto, o bien, quienes realizan la mayoría de su entrenamiento por superficies muy duras.

 2º Zapatillas con control de movimiento (Pronadoras): Para corredores que rotan excesivamente sus pies hacia adentro cuando apoyan. También tienen buena absorción de impacto, por lo que se las podría considerar una variedad de las de buena amortiguación.

 3º Zapatillas para terreno variado: Llamadas también de “trail running”, son ideales para correr por pasto, tierra y piedras. Se caracterizan por tener buena tracción sobre cualquier superficie y gran durabilidad.

4º Zapatillas para performance: Diseñadas para corredores que quieren un calzado liviano para entrenamientos muy veloces o competencia.



 

 El primer consejo es ir a una tienda especializada y dejarse guiar por los consejos de algún experto en la materia. La elección del calzado correcto pasa por el estudio de la pisada. Esto significa que deberían mirarte como corres, para aconsejarte las mejores zapatillas adaptadas a tu biomecánica de carrera (Ver video).

Esto no siempre es posible, por la falta de medios o de especialización de la tienda, para ello es recomendable ir con unas zapatillas antiguas. En unas zapatillas antiguas se puede ver muy bien que tipo de pisada tiene cada persona, pero este método deber ser la alternativa al verdadero estudio de la pisada.

El experto deberá darte unas indicaciones muy parecidas a estas:
  1. La zapatilla que da buen resultado a un compañero o amigo, no tiene por qué ser buena para otros. Hay que probarse varios modelos para elegir la más adecuada al pie teniendo en cuenta la adaptación de la morfología, número y actividad física.
  2. Es aconsejable realizar la elección del tamaño al atardecer, cuando el pie está dilatado tras la actividad de la jornada, en las mismas condiciones que si se hubiera realizado una marcha de más de 3 kilómetros.
  3. Para acertar con el número hay que probarse el calzado con el tipo de calcetín que se usa para la práctica deportiva. Es conveniente probarse el número que se calza habitualmente y uno más para comparar la comodidad y el ajuste entre uno y otro.
  4. Al probarse la zapatilla hay que fijarse en que el talón esté bien calzado, los dedos se muevan con libertad y el dedo gordo e índice no se replieguen sobre los demás.
  5. Cuando no se tiene la seguridad de que el calzado es de la talla adecuada, hay que probarse otros calzados de las mismas características pero de diferentes fabricantes.
  6. Cada país posee una relación diferente entre la talla en centímetros y el número de calzado. Incluso en el mismo país se observan diferencias entre distintos fabricantes. Encontrar la talla correcta solo es cuestión de probarse números y andar con ellos.
Tradicionalmente se ha venido clasificando el calzado, en función del tipo de pisada al que van destinado, en tres tipos: zapatillas de pronador, neutras y de supinador:

  • Las zapatillas de pronador. Buscan conseguir un soporte interno del pie en la fase media de apoyo, para evitar la sobrecarga de las estructuras que sujetan el pie (el tendón tibial posterior y la fascia plantal), que están en situación de tensión, lo que puede conducir a lesiones. Además este soporte o control de la pronación impide una excesiva rotación tibial interna, que puede favorecer lesiones de la rodilla. Estas zapatillas son de horma recta y tienen un arco plantal interno acusado, además de poseer una pieza de plástico en esta parte interna de consistencia firme. Actualmente esta pieza no se aplica sólo en la parte medio-posterior del calzado, sino que es más amplia, extendiéndose hacia delante.
  • Las zapatillas de supinador.Buscan conseguir una adecuada amortiguación, de acuerdo con el tipo de pie rígido que se suele asociar a esta pisada. Por ello tienen diferentes sistemas, patentados por las marcas, que se basan en la utilización de las propiedades elásticas del aire comprimido y la goma. Esta amortiguación permite reducir el impacto articular y músculotendinoso inducido por la carrera. Por último, la horma suele ser más curva y no tienen sistemas de control de pronación.


 

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DIA UNO

1 Enero 2013.
8:00 a.m.

Zas! de un salto salgo de la cama! Me pongo el chandal apretadito. Joder antes me quedaba mejor. Para que nos vamos a engañar, es uno de los motivos por los que salgo a correr hoy. Pienso librarme de esta panza!. Bajo las escalera: dos, tres, cuatro...

COÑO SI NO HA SALIDO EL SOL!!

Entonces me acorde de Rocky Balboa cuando salia esas madrugadas con la música Eye of the tiguer!! ooooohhhh como me gusta esa escena. Camino 100 metros a paso ligero y pongo el crono en marcha! SEÑORES! QUE SALGO A CORRER! A LAS 8 DE LA MAÑANA!

A la siguiente calle me di cuenta de que no sonaba la canción de Rocky.
- JODER NO PUEDO RESPIRAR!!, pero bueno! no tengo prisa. Pasito a pasito! Llego al polígono industrial . Bastante planito (eso crei...). Al girar la rotonda y hacer los primeros metros. Me di cuenta de una cosa que la física no le enseño a Newton (para mas INRI, esa calle se llama Newton). Pues no es ni mas ni menos que corriendo la calle deja de ser plana. Y te putea poco a poco.

Primero me duele la espalda, luego el brazo izquierdo (a que me da un infarto). Respiro por la boca, por la nariz y hasta por el culo. Madre mia me quiero morir.
Ese fue mi primer kilometro. Pero un Pepito Grillo me decía en la oreja que era una maricona. Y que mi familia tenia razón al decirme que no saldría a correr.
Pero si sali y estaba dispuesto a subir esa subida. Y al final lo conseguí. Respirando con todas mis fuerzas un aire muy frío (sera bueno para la salud ese aire??)

Arriba de la cuesta era diferente, porque ahora queda la bajada jajajajajaa
Entonces si que sonaba la canción de Rocky. Ya no me acordaba de lo que habia sufrido, ahora estaba orgulloso. Ahora mis pies volaban cuesta abajo.
Y al llegar un merecido almuerzo me esperaba. Un gran café con tostadas!! (tendremos que cambiar eso también).

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