Antes de ingresar en el tema de la selección, es necesario conocer cómo se clasifican.
1º Zapatillas con buena amortiguación: Ideales para corredores que por su peso necesitan gran capacidad de absorber el impacto, o bien, quienes realizan la mayoría de su entrenamiento por superficies muy duras.
2º Zapatillas con control de movimiento (Pronadoras): Para corredores que rotan excesivamente sus pies hacia adentro cuando apoyan. También tienen buena absorción de impacto, por lo que se las podría considerar una variedad de las de buena amortiguación.
3º Zapatillas para terreno variado: Llamadas también de “trail running”, son ideales para correr por pasto, tierra y piedras. Se caracterizan por tener buena tracción sobre cualquier superficie y gran durabilidad.
4º Zapatillas para performance: Diseñadas para corredores que quieren un calzado liviano para entrenamientos muy veloces o competencia.
El primer consejo es ir a una tienda especializada y dejarse guiar por los consejos de algún experto en la materia. La elección del calzado correcto pasa por el estudio de la pisada. Esto significa que deberían mirarte como corres, para aconsejarte las mejores zapatillas adaptadas a tu biomecánica de carrera (Ver video).
Esto no siempre es posible, por la falta de medios o de especialización de la tienda, para ello es recomendable ir con unas zapatillas antiguas. En unas zapatillas antiguas se puede ver muy bien que tipo de pisada tiene cada persona, pero este método deber ser la alternativa al verdadero estudio de la pisada.
El experto deberá darte unas indicaciones muy parecidas a estas:
- La zapatilla que da buen resultado a un compañero o amigo, no tiene por qué ser buena para otros. Hay que probarse varios modelos para elegir la más adecuada al pie teniendo en cuenta la adaptación de la morfología, número y actividad física.
- Es aconsejable realizar la elección del tamaño al atardecer, cuando el pie está dilatado tras la actividad de la jornada, en las mismas condiciones que si se hubiera realizado una marcha de más de 3 kilómetros.
- Para acertar con el número hay que probarse el calzado con el tipo de calcetín que se usa para la práctica deportiva. Es conveniente probarse el número que se calza habitualmente y uno más para comparar la comodidad y el ajuste entre uno y otro.
- Al probarse la zapatilla hay que fijarse en que el talón esté bien calzado, los dedos se muevan con libertad y el dedo gordo e índice no se replieguen sobre los demás.
- Cuando no se tiene la seguridad de que el calzado es de la talla adecuada, hay que probarse otros calzados de las mismas características pero de diferentes fabricantes.
- Cada país posee una relación diferente entre la talla en centímetros y el número de calzado. Incluso en el mismo país se observan diferencias entre distintos fabricantes. Encontrar la talla correcta solo es cuestión de probarse números y andar con ellos.
- Las zapatillas de pronador. Buscan conseguir un soporte interno del pie en la fase media de apoyo, para evitar la sobrecarga de las estructuras que sujetan el pie (el tendón tibial posterior y la fascia plantal), que están en situación de tensión, lo que puede conducir a lesiones. Además este soporte o control de la pronación impide una excesiva rotación tibial interna, que puede favorecer lesiones de la rodilla. Estas zapatillas son de horma recta y tienen un arco plantal interno acusado, además de poseer una pieza de plástico en esta parte interna de consistencia firme. Actualmente esta pieza no se aplica sólo en la parte medio-posterior del calzado, sino que es más amplia, extendiéndose hacia delante.
- Las zapatillas de supinador.Buscan conseguir una adecuada amortiguación, de acuerdo con el tipo de pie rígido que se suele asociar a esta pisada. Por ello tienen diferentes sistemas, patentados por las marcas, que se basan en la utilización de las propiedades elásticas del aire comprimido y la goma. Esta amortiguación permite reducir el impacto articular y músculotendinoso inducido por la carrera. Por último, la horma suele ser más curva y no tienen sistemas de control de pronación.
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